sábado, 16 de enero de 2010

Nieve...

Sacudí mi cabeza para que la nieve saliera de mi cabello,
el cielo estaba gris y seguía nevando copiosamente...
nieve, la nieve era tan hermosa, tan pura...
en ese momento no podía evitar pensar que nuestras vidas eran como los
copos de nieve que caían...nacíamos bajo una seguridad
peculiar y a medida que vamos cayendo, rodeadas de muchas
personas queridas, nos vamos percatando que tenemos un fin,
 un fin que al principio se ve lejano,
mas que está a la vuelta de la esquina...
Me fijé como uno a uno, muchos copos no alcanzaban a tocar el suelo y se derretían,
otros eran llevados por la fuerza el viento y sólo unos pocos,
que casualmente, eran los más cercanos los unos a los
otros eran los que tocaban tierra firme para fundirse con manto de nieve...
Nuestras vidas son así, nacimos bajo un alero de seguridad que poco
a poco se aleja y nosotros de él, para comenzar a avanzar y
rodearnos de personas que nos quieren...algunas se alejan...
otras no tenían tanta determinación para avanzar y se quedan
estancadas...y unas...que sin importar el viento, el calor o el frío...
llegan a la meta, no solas...sino, siempre con alguien
que los alienta...

Piensa en aquellos que te alientan, en aquellos que siempre estarán allí para ti...que no te abandonaran sin importar lo fuerte que sea la tormenta...y recuerda que...siempre después de la tormenta sale el Sol...

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